domingo, 1 de agosto de 2010

Mil cosas



Tengo abandonado el blog.

Estoy más metido en el motor y en la literatura que en la música en estos días.

De todos modos, la semana pasada pillé el vinilo que me faltaba de la discografía de Pink Floyd. Me faltaba Division Bell.

Es un disco con muchos recuerdos.

Hoy domingo estoy escuchando en estos momentos a G5, la banda que une a Kiko Veneno, los Delinqüentes, Tomasito y Muchachito Bombo Infierno.

Un disco de impecable facturación.

Nada que envidiar a producciones actuales de jazz. Un sonido cojonudo.

Siendo domingo y con dos cervezas me pide el cuerpo música como G5.

Hamilton acaba de romper en el GP de Hungría.

Tengo el Honda en estos días. Lo he tenido parado unos días por mejorar el sistema de refrigeración. Le he puesto motor y aspas de ventilación Mitsuba. Sobre todo viviendo en la Costa del Sol. Si viviera en los Alpes ni me lo planteaba, pero estando en Marbella es lo que toca. Que el motor sufra lo menos posible por la calor que hace en estas tierras en verano. Sobre todo cuando salgo de trabajar al mediodía.

Ahora tengo el CRX a punto y es un gustazo.

Un auténtico placer.

(Bajo aún de noche, la calle está vacía, huele todavía a jazmín, dama de noche, a tierra húmera)

Espero el check previo al arranque.Click. Escuchó el relé.

Ahora.

Arranco a las 6.45, aún de noche, y parece que se va a desmontar.

Sintonizo Onda Cero o R3, depende como me pille el día.

Hay mil ruidos y la dirección, marcha atrás, no es precisa. Todo vibra. Olvídate del VTEC. Apenas lo giro a más de 2.000 rpm hasta la gasolinera de la autopista. Pasada la autopista lo subo a 2.500 rpm.

Peaje.

Tarjeta, se levanta la barrera y ahora vamos a probar si el VTEC está bien.

Ha estado bastante gracioso, muchas mañanas, coincido pagando el peaje con alguna serie 3 ó 5 de BMW, Mercedes, algún AUDI y al salir se quedan muy atrás. La mayoría son TDI de alta gama que les pesa el culo.

Suele ser gente de cincuenta, con corbata, con buenas profesiones y mejor posición social que ven como un niño-niñato con esos pelos a esas horas les chulea en la salida del peaje.

Luego me pasan a velocidades indecentes, pero el primer kilómetro no me cogen ni de coña.

A esas velocidades, por un autopista no ruedo ni de coña. Para eso soy muy prudente. Me la suda que me adelante un TDI de alta gama a "nosecuantoskilómetros" a la hora. Me lo paso mejor en las salidas, recuperaciones, en las rotondas haciendo un punta-tacón, semáforos...

Paso dos horas al día en la carretera y no apetece correr.

Ahora si entra el VTEC. Bajo la radio para escucharlo.

Adiós TDI´s de alta gama.

Que bien suena el "Tucaratupapi" de los G5.

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Conocimos a Jorge Ali Pérez, el escrito colombo-venezolano. Nos ha dedicado un ejemplar de Glosario Irreverente.

Conocer a este tipo de gente me anima a publicar "El pequeño sainete del despertar" o algún pequeño poemario. Repartirlo entre amigos, dejarlo enlibrerías que conozco, moverme en círculos como Foro 7 o el Ateneo en Marbella. También bares malditos que me dan la vida, donde realmente se puede plantear un proyecto muy interesante. Todo esto gira en torno al humo, las buenas copas y el sentir que da sentido a vivir en Marbella.

Me llama la atención los escritores/poetas que llegan a cierta edad y les apasionan las pequeñas publicaciones.

Me recuerda a "Manual para infractores" de Caballero Bonald o "Last River Together" de Leopoldo María Panero.

Grande Panero, grande Bonald.

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