Marrakesh. Marocco. Me atrae la idea de África. Y está justo al lado. Sólo cruzar el Estrecho.
Por otro lado, vivo en la puta esquinita del mundo. Esa esquinita a la que siempre da el sol por la mañana y tiene tardes frecas. Con mucha luz.
Me gustan las voces femeninas. La Barber me ha devuelto mucho sonido que estaba perdiendo. Buen sonido.
Compré dos altavoces cutres para el emepecuatro y poder escuchar los programas de radio que me bajo de internet y escucharlos por las noches.
lunes, 27 de julio de 2009
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